Niebla del Riachuelo
Música:
Juan Carlos Cobián. Letra: Enrique Cadícamo.
Turbio fondeadero donde van a recalar,
barcos que en el muelle para siempre han
de quedar...
Sombras que se alargan en la noche del
dolor,
náufragos del mundo que han perdido el
corazón...
Puentes y cordajes donde el viento viene a
aullar,
barcos carboneros que jamás han de
zarpar...
Torvo cementerio de las naves que al morir
sueñan, sin embargo, que hacia el mar han
de partir...
¡Niebla del Riachuelo!...
Amarrado al recuerdo
yo sigo esperando...
¡Niebla del Riachuelo!...
De ese amor, para siempre,
me vas alejando...
Nunca más volvió,
nunca más la vi,
nunca más su voz nombró mi nombre junto a
mí...
esa misma voz que dijo:
"¡Adiós!".
Sueña, marinero, con tu viejo bergantín,
bebe tus nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi
canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...
Anclas que ya nunca, nunca más han de
levar,
bordas de lanchones sin amarras que
soltar...
Triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la "botella
del figón"...