jueves, 12 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



QUICKSILVER

Actúo en el cerebro de muchachas jóvenes
que tengan perturbadas sus facultades mentales;
mi nombre es Quicksilver y desciendo
de la ruidosa progenie de los poltergeist.

Rotura de cacharros, armar broncas
y dar ásperos golpes en los muebles,
son algunos de mis actos preferidos.

Mortifico a los humanos cuando dejo
mi marca indeleble con la Q,
escrita con jabón, lápiz labial,
pintura púrpura sobre las paredes,
espejos, ventanas y otros sitios
donde no puedan deshacer lo escrito.

Los atormento con mi risa huraña
y despierto a los dormidos por la noche,
si es borrascosa, antigregaria y cruda.
Doy portazos en plena oscuridad,
además de encender todas las luces
apagándolas de nuevo cuando parto.

Vuelvo ropas al revés, rasgo cortinas,
lleno artesas, lavamanos y bañeras
con las aguas que llegan de ultratumba.
Así proyecto mi silueta indestructible
y castigo con acciones injuriosas
a los que ignoran las verdades que predico
como algo realmente inquebrantable
en los callejones de la oscuridad.

Del libro "Poética de las sombras"



LA DAMA DE LAS PERVERSIDADES
O POEMA DE LOS POR QUÉ

¿Por qué tu arco y numerosas flechas?
¿Por qué apestar la superficie terrestre
y el deseo de borrar a los mortales?
¿Por qué el rechazo de miradas masculinas
poniendo dique a seducciones cálidas?
¿Por qué el fastidio de sanar heridos
y la afanosa protección a los menores?
¿Por qué la inclinación a otras especies
y el gusto de jugar con los venados?
¿Por qué el placer de figurar como desastre
mientras haces exigencias a tu padre?
¿Por qué tus muchos diferentes nombres
y tantos arcos y flechas como Apolo?
¿Por qué la túnica azafranada y corta
con bordes rojos junto a las rodillas?
¿Por qué el poder de manejar la luz
y tener sesenta ninfas oceánicas,
niñas todas y de iguales años?
¿Por qué otras veinte de lagos y de ríos
que sueles humillar sádicamente
haciéndoles besar tus borceguíes
mientras les pides doncellez eterna?
¿Por qué sabuesos feroces e inmortales
que salen a cazar por todo el mundo?
¿Por qué lo infausto de cuidar los partos
y guardar como sagrado un nombre
tornándolo atributo de la virginidad?
¿Por qué pedirle al Tonante tantas cosas
cuando acaricias su pelambre olímpico?
¿Por qué jurar contra los celos de Hera
y obtener treinta ciudades para ti,
si reinas en el mar y en tierra firme?
¿Por qué intentar el dominio de las islas
si ya guardas sus caminos y sus puertos?
¿Por qué viajar a la lejana Creta
donde hay madres que donan a sus hijas?
¿Por qué visitar los tenebrosos cíclopes
en pos de aljabas y plateadas flechas?
¿Por qué estrujar el pecho de don Brontes
despreciando sus amores y ternuras?
(¿Cumpliste acaso la promesa hecha?)
¿Por qué castigar a Acteón por voyeurista
transformándolo en ciervo desvalido
poco antes de azuzarle la jauría?
¿Por qué tanta venganza sin sentido
con tu medrosa y bellaca hipocresía,
diosa insufrible de la sucia castidad?

Como no tienes respuestas valederas
que justifiquen tus mil perversidades,
te mando sin rodeo a los infiernos
a que vivas hundida entre las llamas
hasta el último segundo de la eternidad.