ADIÓS
AL MAR
Voy
a dejarte compañero amigo.
Al
no escuchar tu rumoroso canto
siempre
llorando soñaré contigo
en
la ciudad donde maldigo tanto.
En
tu recuerdo buscaré el abrigo
donde
ocultar mi capital quebranto;
tú,
solitario, sin contar conmigo,
serás
profunda inmensidad de llanto.
Separados
tú y yo, será una suerte
el
misterio fatal de la agonía.
¿Qué
podremos pedir si no la muerte,
o
volver a encontrarnos algún día
en
esas playas que dejé al perderte,
sobre
tus olas para siempre mías?