EL
SEÑOR DE LOS RAKSHASAS
Soy
Ravana, señor de los rakshasas,
con
diez cabezas y diez pares de brazos
que
vuelven a crecer cuando los cortan.
Vivo
surcado por viejas cicatrices
y
heridas profundas siempre abiertas,
en
mi eterna batalla con los dioses.
Mis
súbditos son magos poderosos
que
guerrean incesantes contra Indra,
soberano
del cielo y de los truenos.
Malhechores
por su esencia tenebrosa,
se
rebelan contra todos los humanos
tratando
de vencer los demás dioses,
mientras
devoran cantidad de hombres,
prefiriendo
las mujeres y los niños.
Marcados
por mandíbulas voraces,
mentiras
y pasiones legendarias,
practican
repugnantes perversiones
e
imposturas revestidas de virtud.
Poseen
a su vez un gran ejército
de
leales servidores muy valientes
(demonios
más temibles que sus amos)
que
torturan a los vivos y los muertos.
Los
pichacas, semejantes a los goblins,
habitantes
de los viejos cementerios
con
el fin de atormentar difuntos,
son
vampiros trasmisores de la lepra
sedientos
de sangre y de violencia.
Existen
otros en esta gran familia
de
la maldad y las enfermedades,
atentos
siempre a prodigarme culto
como
indudable monarca del misterio
en
la fértil comarca de las sombras.