domingo, 15 de abril de 2018

Del libro "Abecedario poético y otros tantos"


















POEMA EN EL PUERTO

Despierta el día, y en su trajín atentos,
los estibadores se ganan, paso a paso,
el pan nutriente y la bebida fresca;
también las grúas de monstruosos fierros
hacen su oficio, cotidiano y duro.

Los grandes buques, anclados en el muelle,
reciben los marinos que regresan
de sus juergas y noches pasionales,
mientras silban tonadas amorosas
que son los restos de cuerpos apagados.

Graznan las gaviotas sobre los cardúmenes
en su vuelo de confiados arabescos;
el sol avanza, amarillento y firme,
dando a la playa sus puñales fieros.

Parten los buques hacia el ancho mar,
con ritmo suave, hasta salir de puerto;
miro la escena y apetezco el viaje
en mi chalupa, donde a veces duermo.

Llevo un canto escondido en mi cabás,
para darle sabor a mis recuerdos
en otras tierras, lejanas y tardías,
donde puedo tener los pensamientos
que dan fuerza a mi carácter marinero.

Vuelvo la espalda y me dirijo a casa,
donde atrapo el poema presentido;
busco la hamaca de cordeles finos,
me tiendo en ella y, sin temor, atisbo
cómo brotan la vida y la alegría
con cada verso que en papel escribo.