domingo, 5 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



AVENTURERO

Zarpar de Nantucket, igual que Melville,
en pos de la ballena fantástica,
llevando en mi cabás el sueño
y la fascinación de misteriosos mares,
hasta Cabo de Hornos, para bañar allí,
en las revueltas aguas de la Tierra del Fuego,
mi espíritu estepario y errabundo.

Seguir hasta las islas Canarias,
doblando luego hacia el lejano Sur
en busca del cabo de Buena Esperanza,
mejor llamado Cabo de las Tormentas,
antes de internarme silenciosamente
por las corrientes del legendario Índico.

Siempre navegando por distintas aguas,
pasar la vida como simple aventurero
en el buque luminoso de la fantasía,
sobre las moles del eterno olvido,
la fiebre desmedida de la imaginación
y el amor por la remota estrella.

Del libro "Poemas misceláneos"



POETA DE LA ARCILLA

A Héctor Arbeláez


Él sabe su nombre; para qué decirlo.
En sus manos la tierra cobra vida
con su carga de rosas y de espinas.

A esa que un día volveremos
le arranca extrañas formas
hundiendo sus dedos en la arcilla,
fresca y tosca al principio,
luego suave, dolorida y bella.

Con torpe palabra canto ahora,
en estos versos míos,
al genio talentoso y perdurable
que moldea el universo en barro,
buscando el sello de la eternidad.