HISTORIA DE LOS
DOS HERMANOS
Mi padre, que en
su vaivén eterno
siempre se
interesó por los humanos,
consiguió con su
fuerza cualquier día
que los dos
hermanos pescadores
fueran llevados
sobre las corrientes
de un mar
tempestuoso y desafiante,
hasta una isla
feliz que aparecía
en mitad del
inquietante océano.
Su barca encalló
al final del día
junto a la choza
de una anciana pareja,
que eran en
realidad Odín y Frigga,
disfrazados así
para mejor gozar
el arribo de los
jóvenes viajeros.
El dios eligió a
Geirrod favorito,
enseñándole el
manejo de las armas
y el secreto del
amor y la amistad.
Frigga escogió al pequeño Agnar,
a quien mimó con
ternura desmedida,
durante el frío
corredor de Invierno.
Al venir la
Primavera amainó el mar
y los cielos se
tornaron más azules;
los dos hermanos
zarparon enseguida
favorecidos por
vientos muy propicios,
en un bote que Odín les ofreció
para el regreso
a sus nativas costas.
Llegados, Geirrod saltó a tierra
después de un
viaje asaz tranquilo,
empujando la
barca al mar abierto
con su hermano Agnar a bordo.
Ocurrieron más
tarde muchas cosas
que afectaron la
vida de los jóvenes,
pero es una
historia diferente
que no cabe por
ahora en esta saga.