lunes, 17 de marzo de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



HISTORIA DE NORNAGESTA

Cuando las Nornas visitaron Dinamarca
en la residencia de un noble cuya esposa
paría en ese instante su hijo primogénito,
se introdujeron al cuarto donde estaban
madre y niño esperando los pronósticos
que siempre se dan en tales casos.

La mayor predijo cuando entró:
Será bien parecido y muy valiente.
La segunda declaró:
Será próspero y excelente escaldo.
La tercera completó el pronóstico:
Vivirá tanto como tarde en consumirse
el cirio que alumbra junto a él.

La primera, decidida a no dejar
que sus augurios fracasaran,
tomó el cirio y apagó la llama
antes de dárselo a la progenitora,
pidiendo lo guardara entonces
hasta que el hijo fuese adulto
y ya viejo se cansara de vivir.

Entonando intrépidas hazañas
a través de las provincias boreales,
Nornagesta conservó la vela
entre su arpa, para estar seguro.
Como era entusiasta y muy poético,
no sintió pronto cansancio de la vida
y estuvo en tierra por trescientos años.

El rey Olaf lo vinculó por fuerza
a la nueva oscuridad de la península,
obligándolo a encender el cirio
para mostrar que las supersticiones
son mera vanidad y nulo intento
de los que tienen filiación pagana.

Vio Nornagesta con temor la llama,
finalmente gastada y extinguida,
cayendo entonces sobre el duro suelo
para nunca volver a levantarse.
Así se confirmó que los augurios
suelen cumplirse inexorablemente
sin el permiso de los inquisidores,
heraldos siempre de conciencia mala.