viernes, 4 de noviembre de 2016

Del libro "Voces de mar y tierra"








PLANETA TIERRA

Mirado desde lejos,
el planeta no alcanza ni siquiera
a conformar un punto matemático
en el espacio infinito.
Tan insignificante es
que se pierde de vista,
pese a los poderosos telescopios
que lo vigilan acuciosamente,
dentro y fuera del Sistema Solar.

Además de hermoso y fértil,
tiene otras cualidades y riquezas
que sería interminable enumerar.
Sometido a criminal maltrato
de una especie depredadora y vil,
que lo destruye con pasión maligna,
procura sobreponerse, sin embargo,
con el impulso fecundo de la vida.

Pero unos muñequitos egocéntricos,
pretenciosos e ignorantes,
lo están cambiando todo
con sus guerras sangrientas y asesinas,
sus ambiciones de poder y gloria,
su estulticia y terquedad congénitas,
para mal existir de otras especies
que no pueden emular con tales seres,
porque son sabias en esencia y forma
y desprecian convertir su nave
en una esfera putrefacta y sola.

Queda establecido, pues, que el hombre
acabará con esta tierra hermosa,
más temprano que tarde, lo aseguro,
a no ser que un asteroide, generoso,
decida suicidarse contra el suelo
de su noble superficie enferma.

Lástima que no exista ningún dios
capaz de poner fin a la tragedia,
donde todos perdemos sin remedio.
Podría ser el azar,
pero a éste no le importa nuestra pena
ni el dolor que sintamos con acerbo,
ya que tiene desde siempre, perfilado,
un carácter de fiera ingobernable,
ajeno a cualquier acto de piedad.