miércoles, 29 de enero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



LOS GIGANTES DEL HIELO

Cuando Ymir, primera criatura viviente,
cayó muerto contra el suelo helado,
la descendencia se ahogó en su sangre,
salvo la pareja que huyó hacia Jötun-heim,
convirtiéndose, después de radicarse,
en padre y madre de la estirpe gigantesca.

Célebres por su apetito y su tamaño,
fueron rivales y oponentes de los dioses,
y aunque versados en métodos pretéritos,
casi siempre eran vencidos en batalla.
Temían especialmente a Thor,
quien solía derrotarlos diariamente
con su martillo Miölnir.

Desfiguraron el planeta con sus pies
pisándolo mientras estuvo blando,
y formaron los ríos con las lágrimas
de sus esposas tristes.

Personificaban las rocas y la nieve,
el hielo y el fuego subterráneos.
Se movían de un lado para otro
cargando tierra y arena en lo profundo,
para esparcirla por todos los lugares
de sus vastas regiones congeladas.

Poseían un barco tan enorme
que el capitán patrullaba la cubierta
cabalgando sobre un brioso caballo.
Su cordaje era tan largo y sus mástiles tan altos
que los marinos trepaban imberbes a las cofas,
y bajaban de regreso con el cabello cano.

Los gigantes vivían de mar en mar
y de montaña en montaña
por los rocosos territorios nórdicos,
en tanto los dioses, sin piedad,
no los vencieran en algún combate.