lunes, 30 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



EL CALDERO DEL REY

Soy el rey más poderoso
de los mundos de ultratumba
en el país de los celtas,
territorio encantador y fértil
como los campos de Irlanda.

Sus bosques de tupida fronda
y sus pastos ondulantes
están siempre acompañados
de primaveras y narcisos.

Algunos lugares son oscuros,
agrestes y ominosos,
mezcla de virtual infierno
y ambicionado paraíso.

Mi único y perpetuo sufrimiento
es trasegar por el valle de los muertos
padeciendo las torpezas de los vivos.

Los elegidos permanecen
en un festival interminable
bebiendo vino y cerveza
en opíparos banquetes,
sazonados en calderos
de variados y sabrosos guisos.

Doy siempre la bienvenida
a los invasores de mi reino
cuando me han perdido el miedo
y se muestran generosos
en mis lóbregos festines.

A los que intentan robarse
el mágico caldero,
los ataco con mis bravos legionarios,
haciéndolos al punto regresar
al infierno desolado de los vivos.

domingo, 29 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



UN ESQUELETO FANTASMAL

Vivo en tierras amerindias
como fantasma femenino
y mi esqueleto lo cubro
con piel de cierva en harapos.

Duermo durante el día
para cantar despierta
cantos de muerte en la noche
junto a un mágico tambor
y movimientos rituales.

Mi voz es muy similar
al aullido de los lobos
en estaciones de invierno,
y puede ser escuchada
cuando penetra los pliegues
de las mantas más espesas,
para anunciar su deceso
a los ya seleccionados.

La protección valedera
contra mis artes de magia,
es un vestido elegante
de color rojo encendido
y cuentas muy numerosas,
pues este color evita
los peligros más comunes
que llevan hacia el final
cuando se acaba la vida.

sábado, 28 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



EL HIJASTRO DE LA NOCHE

Aparezco cuando las sombras llegan
a cubrir con sus alas de lechuza
el humano cansancio de la Tierra.
Me siguen criaturas que se arrastran,
vuelan o saltan hasta cantar el gallo
que anuncia con ritmo familiar
la salida del Sol nuestro enemigo.

Me llaman con distintos nombres:
vampiro gusano y hombre lobo,
fantasma o hijastro de la noche.

Miembro de una gran familia
de almas atormentadas,
sueño con volver al escenario
de mi perdida humanidad.

Dispararme balas plateadas,
colgar ajos detrás de las ventanas
o exorcizarme a través de crucifijos
podrá servir para cerebros blandos,
no para mí que soy inmune
a supersticiones y desmanes.

Los que se pierden en la oscuridad
mientras van dominados por el miedo,
no tienen cómo escapar,
ya que suelo alcanzar a los que huyen
medrosos de mi ferocidad.

No existe ataúd bastante fuerte
ni lápida ni tierra tan pesadas
que puedan encerrarme en un espacio
incompatible con mis actividades.

Envidio el calor que reconforta
y añoro la sangre entre las venas,
el amor y la alegría
que hace tiempo abandoné.

Entre la eternidad y la desesperación
encuentro un deleite pasajero
entrando en las personas que me ofrecen
un poco de su cálida sustancia.

Al ingerir nutrientes apropiados
presento un aspecto fresco y sano,
no desagradable ante los ojos
de aquellos que me observan alelados,
y me torno atractivo hasta tal punto
que ningún buscador de visitantes
rechaza conducirme hacia su casa.

Salgo como un muerto viviente
haciendo temblar los desdichados
en horas que trascurren ya sin Sol;
deambulo silencioso y sin descanso
a través del tranquilo vecindario,
y apenas permito que me miren
las personas que creo convenientes.

¿Han escuchado alguna vez
ese perro que aúlla por las noches?
No les quepa duda que su aullido
es mi voz de miembro itinerante
por las frías regiones de ultratumba.

jueves, 26 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



EL DEVORADOR DE NIÑOS

Temido en África occidental,
más que espanto represento el alma
de esas tierras bañadas por el mar,
donde me sacio con peces y moluscos
cuando escasean los niños,
que como crudos y recién nacidos.

Al huir el Sol tras del océano,
recorro aldeas y caminos donde pueda
hallar mujeres que amamantan hijos;
se los rapto lanzando carcajadas
mientras voy descuartizando al inocente,
hasta llegar presuroso a mi caverna
donde termino de engullir sus restos.

Nadie puede describirme exactamente,
por mi forma cambiante y resbalosa;
sólo ven vapores filtrados en las grietas
como serpientes en su madriguera.

Mi rasgo peculiar es carecer de estómago,
pero sufro de bulimia permanente,
que me obliga a consumir sin freno
toda clase de infantes y de peces,
como cebo de mi oscura antropofagia
en el sórdido abismo de la muerte.

Del libro "Poética de las sombras"



EXTRAÑO PERSONAJE

Soy hombre, mujer y hermafrodita
aunque prefiero los cuerpos femeninos;
me asocian con potencias infernales
porque tengo relaciones con Satán,
quien apoya mis actos sin tardanza
por medio de algún colega suyo
que sea digno de llamarse cómplice.

Laboro para ángeles y santos
pudiendo castigar almas perversas
que intentan huir del que agoniza
sin el permiso de la eternidad.

Me asocio igual con el Dios único
en pactos de mutua conveniencia
que no tengan efectos permanentes
ni desdoren mi talante demoníaco.

La función principal que realizo
es la búsqueda de más conocimiento,
que perfecciono rechazando el “Bien”,
y amando el otro que bautizan “Mal”.

Exalto el estudio y la investigación
como hacen los científicos y artistas,
alejado de catervas y alborotos
que propugnan torturas y desastres.

Cuando acudo a creencias populares
trato de incrustarme entre sus cúpulas
para ejercer desde allí mi autoridad,
aunque busco saberes más profundos
que las simples verdades pregonadas
por heraldos de dudosa honestidad.

Para evitar la desazón que me atosiga
cual pócima ingerida a contrapelo,
pongo en boca de ciertos animales
idiomas olvidados, como el vetusto latín,
o pétreos y rudos como el abstruso alemán,
igual que otros de duro aprendizaje
según dicen expertos en etimologías.

Me abro paso en la vida… y en la muerte
con hechizos y demás encantamientos,
para seres de ultratumba que se agitan
como enjambre de murciélagos voraces
en noches de tiniebla y soledad.

Igual que al fabricante de armamentos
no se le hace responsable del producto,
tampoco permito que me impugnen
las secuelas de mis lóbregas andanzas.

Me enorgullezco de ser autodidacta,
y la conquista de títulos y honores
no avivan mis neuronas ni mi sangre,
porque apoyo mi vida en otras leyes
descubiertas bajo fuentes ancestrales
donde nace y madura la naturaleza.

Acepto discípulos vivientes
ansiosos de iniciarse en el oficio,
sumiéndolos en un profundo sueño,
dentro del cual reciben instrucciones
que ya no quieren olvidar jamás.

Los que aceptan mis ofertas tentadoras
conquistan la belleza como gracia
y un atractivo sexual tan poderoso
que los hace inagotables chichisbeos,
aunque no deben engendrar familia
por mi odio empecinado hacia la especie.

Otro incentivo que prometo
a inteligentes y leales seguidores
de mi ciencia y mis actos demoníacos,
es una vida prolongada y sana
en medio de riquezas materiales
que siempre logran superar el siglo.

Jamás dicto mis tareas por escrito
y sólo me acompañan las palabras,
porque calan hondo y dejan huella
en aquellos intelectos no alterados
por los falsos salvadores de la Tierra.

Una sola condición exijo
a quienes dono mis conocimientos:
Que cuando llegue la temida hora
de la muerte ceñuda y despiadada,
cedan el alma sin protesta alguna
al supremo Señor de los tinieblas,
quien diligente la pondrá en su sitio
convertida en un monstruoso sapo,
lombriz de aspecto repugnante y feo
u otra forma de apariencia humana.

Cuando acuciosos los perseguidores
intentan combatir mis enseñanzas,
desaparezco sin dejarles rastro
ocultándome sin más ante su vista
en el gélido submundo de la noche,
mientras trato de llenar con eficiencia
la vacante que ocupé por largo tiempo,
seleccionando fantasmas deseosos
de trasmitir, como yo, los fundamentos
del antiguo saber a muertos jóvenes
ansiosos de adquirir conocimiento.

martes, 24 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



PROXENETA DE ULTRATUMBA

Creo ambientes apacibles y muy cómodos
para enamorados que saben exigir lo suyo;
en noches enteleridas hago que su ejercicio
fluya cálido y gozoso, evitando que no rueden
sábanas y cobertores en barullo por el piso.

Los poderes que poseo son aún desconocidos,
pero intentan propiciarlos con una taza de té,
colocada junto al lecho donde ocurre la faena,
procurando con tal acto que yo beba mientras ellos
se dedican presurosos a sus mutuas complacencias.

Soy una esencia inmortal de la cultura amarilla,
que junto a mi compañera
influyo en los menesteres naturales de la cama,
pues prefiero más que nada incentivar las pasiones
donde dolor y tristeza puedan salir derrotados,
sobre todo entre mujeres con futura descendencia.

lunes, 23 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



EL RESUCITADO

Las Antillas son mi campo preferido
porque allí me regresan a la vida
y saben aprovechar mis cualidades.
Soy experto en venganzas y otros actos
merecedores de tomarse en cuenta.

Para tener esos favores me convocan
cuando ya seleccionaron al difunto,
que nombro entonces mi representante
con el fin de seguir las instrucciones.

Prefiero instigadores conocidos,
pues cuando me reclaman forasteros
distorsiono mi objetivo libremente
y embromo cuanto pueda lo encargado.

Realizo tareas deshonrosas y humillantes
cuando amo de verdad al que me invoca;
si ocurre lo contrario le lanzo escupitajos
insuflándole mis vahos demoníacos
hasta que convulsione y empiece a vomitar.

Pido ron y cigarros después de mis labores,
que degusto lenta y complacidamente
mientras voy de regreso hacia mi tumba
y los vivientes retornan a sus casas.

Los que abrigan temores contra mí
procuran siempre mantenerme lejos
con semillas de tabaco en sus alcobas
como aconsejan los brujos del poblado,
pero sigo invulnerable y muy sereno
ofreciendo mis instintos vengativos
en la espléndida región de las Antillas.

domingo, 22 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



ALGO MÁS SOBRE FANTASMAS

Los fantasmas vigilamos
las puertas y las ventanas
de las viviendas humanas,
y nos hacemos visibles
con nuestras túnicas blancas
o densas vaporaciones,
parecidas a los cuerpos
más livianos y confusos,
sobre todo en la penumbra
de casas desvencijadas
y castillos misteriosos
plenamente despoblados.

Pertenezco a ese tronco
desde tiempo inmemorial,
porque fui callado y solo
en mi lejana niñez,
y un amante traicionado
antes de caer vencido
bajo el puñal asesino
de cuatro falsos amigos
y un pariente desleal.

Regreso a los escenarios
de mi antigua residencia,
desde que un supremo amor
desvió proyectos y rumbos
hacia puertos más tranquilos.

Doy gemidos por la noche
asustando jinetes y caballos
que cruzan senderos solitarios,
pero soy inofensivo y melancólico
en mi mundo espectral como ninguno.

Los que vivieron satisfactoriamente
departiendo en paz con sus hermanos
no tendrán que regresar como fantasmas;
sólo quienes sufrimos ingratitud y penas
tendremos apariencia fantasmal
hasta el final de los siglos.

sábado, 21 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



EL FANTASMA IMPERTINENTE

En el norte de Australia,
sobre sus costas desiertas,
igual que en Nueva Guinea,
soy un fantasma terrible
de presencia nunca vista,
y sólo dejo la huella
de mis labores sombrías.

Es la muerte para mí
una infame actividad,
bien propia de los cobardes,
y me fastidian por eso
los sepulcros putrefactos
bajo ramajes que miran
los huesos de los difuntos
cuando ya están descompuestos.

Practico la impertinencia
contra los parientes vivos,
y trato de congraciarme
con los hijos de las sombras,
mis sempiternos amigos.

Me pueden satisfacer,
razonable y noblemente,
si visitan los lugares
donde duermen los cadáveres,
y apilonan bien los huesos
para llevarlos a casa,
permitiendo que los muertos
disfruten la compañía
de los simples aldeanos
supersticiosos y lerdos,
y esto basta en el sentido
de que no hay aburrimiento.