miércoles, 5 de marzo de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



BANQUETE, PERSECUCIÓN Y CASTIGO

Para calmar la tristeza de los dioses
por la reciente pérdida de Balder,
Egir los invitó una noche
a cenar en el fondo del océano.
Ellos visitaron las cuevas coralinas
ataviados con fastuosas prendas,
a la hora fijada por el anfitrión.

Mientras varios charlaban y reían
Loki apareció como una sombra,
pero todos lo arrojaron sin piedad
cuando éste asesinó al sirviente
más noble que había tenido Egir.
Sin embargo regresó agravando
su delito con ásperos ludibrios
por los actos de sus camaradas.

Thor agitó el martillo mágico
y sacó de un golpe al petimetre,
que rechazado y fuera de combate
decidió retirarse a las montañas,
donde construyó una choza enorme
de grandes puertas y dos mil ventanas.

Luego los dioses tejieron una red
con el fin de rastrear el río, donde
más tarde Loki fue a ocultarse
camuflado en cuerpo de salmón.

Thor lo atrapó con tanta fuerza
que el intruso no alcanzó a fugarse,
y volviéndolo a su forma primitiva
lo condujo hasta una cueva oscura
atándolo con las tripas extraídas
del vientre de su su hijo Narve,
destrozado por Vali el vengador.

Skadi, al mirarlo sometido,
le puso una serpiente en la cabeza
para que el veneno cayera gota a gota
sobre el rostro infeliz del capturado,
provocándole un dolor tan insufrible
que la Tierra tembló sin detenerse
en medio de violentos cataclismos.

Así continuaría hasta Ragnarok,
cuando habrían de saltar sus ataduras
antes de ser víctima de Heimdall,
con quien tendría singular combate,
falleciendo los dos en el encuentro.

Estos hechos sucedieron antes
de llegar el oscuro cristianismo
a vejar los grandes dioses ancestrales
con su espada salvaje y destructiva,
cuando Loki fue llamado Sataere,
Saturno y Ladrón de la Emboscada.