martes, 3 de diciembre de 2013

Del libro "Poemas de un esquizofrénico"



CUARTO YO

Habito en un país de asombro,
no gozoso sino lleno de sorpresas,
al otro lado de las cordilleras,
más allá del horizonte,
tras los mares inclementes,
cerca de imaginadas estrellas.

Allí tejo historias de lugares prodigiosos
y seres inexistentes
para los proscritos de la fantasía;
mundos más amplios y distantes
que gigantescas constelaciones,
cuyos diámetros impredecibles
aplastan a los cerebros triviales.

Son mi válvula de escape,
mi polo a tierra
para una existencia oprimida
por locuras y desastres,
cofre de riquezas no posibles
con las tarjetas de crédito,
mina de diamantes y rubíes
pulidos por un áspero buril
en los talleres de la imaginación.

País que me brinda el horror
y la indescriptible nostalgia,
velero sobre el cual navego
entre cifrados pasadizos,
vedados a todos los incautos
carentes de la clave misteriosa
que abre las puertas de la rebelión,
trinchera de los elegidos.