viernes, 22 de noviembre de 2013

Del libro "Poemas de mediopelo"



LARGA VIDA

Quisiera vivir diez siglos
para escribir como Whitman,
como Jorge Luis Borges,
como Fernando Pessoa.

Pero la vida es corta y el intelecto escaso,
ya no alcanzan las horas, los días ni los años
para aprender un poco, para empezar de nuevo.
El tiempo es una pluma en las manos de Dios,
y demasiado débil para escribir poemas.

Del libro "Poemas de mediopelo"



FÉNIX

He sido aventurero, no bandido,
de leyenda simple y vida complicada.
Salvo algunos versos
nada qué pedir ni qué ofrecer
cuando la muerte, contra mi puerta
llegue a tocar con sus nudosos dedos.

Viví optimista mientras sonrió el amor,
meloso y traicionero ante mis ojos.
Triste y derrotado miro a atrás
con hastío y amargura inmensa.

Esta soledad (a la que un día canté),
con su pócima de efectos retardados
me está matando inexorablemente.
Ahora digo: ¿Para qué la vida
si no hay razón para seguir viviendo?

¡Milagro! ¡Milagro! ¡He resucitado!
Esta mañana me abrasaron,
deslumbrantes como soles,
los verdes ojos de una desconocida.

Del libro "Poemas de mediopelo"



FANTASÍA

Canta como un turpial,
tiene veinte años,
vive con su madre,
pulsa la guitarra,
pinta como Picasso
y estudia Ciencias del Mar.

Se entrega completa,
sin importarle mis años
ni mi penuria milenaria.

Sólo piensa en mi poesía
y en lo que llevo dentro,
que a ella pertenece
desde que nos vimos por primera vez.

Es la innombrada,
aunque su nombre es hermoso,
la consentida de mi corazón,
la que sabe amar y complacer
con los detalles más íntimos.

No hablo más de ella,
porque los envidiosos
esperan una oportunidad
para vengarse conmigo
de su miseria interior.

No acepto daño para ella
aunque me cueste la vida.
Por eso guardo esta dicha
y callo mientras unimos
nuestras mutuas soledades.