sábado, 8 de febrero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



FREY

Subió al trono tras la muerte de Odín,
y el pueblo disfrutó de tal prosperidad
que aceptó que su rey era ya un dios.
Empezaron a invocarle, y al morir
los ascetas lo tendieron en un túmulo,
en lugar de incinerarlo prontamente
como era lo normal con los mortales.

Así Frey, monarca legendario,
continuó en la memoria de su pueblo,
que lo tuvo a través de muchos siglos
como regia deidad escandinava,
en su augusto panteón divinizado.