lunes, 21 de julio de 2014

Del libro "Por si las moscas"




SHORTTON

Al ratoncillo de "Preámbulo para Hamlet"

Investido de tierna mansedumbre
Shortton emula junto al director,
que lo ha entrenado para ser actor
en todo sitio donde el Sol alumbre.

Siempre obedece porque la costumbre
también ayuda para ser mejor;
bajo la pauta de su entrenador
Shortton alcanza la soñada cumbre.

Cumbre soñada por artistas todos
buscando el brillo que la fama ofrece
entre las luces de los escenarios,

mientras que Shortton con distinto modo
en su sencilla soledad parece
inmune a los aplausos mercenarios.

Del libro "Por si las moscas"



PREÁMBULO PARA HAMLET

A Mario Jurado.

Esa vez los actores no llegaron,
y Mario resolvió con mucho tino
el problema que pronto se le vino,
donde bromas y dudas no faltaron.

Los actos de la escena no quedaron
frustrados por capricho del destino,
pues Mario contrapuso al desatino
su talento que todos alabaron.

Fue entonces cuando el público aplaudió
el histrionismo de su personaje,
hasta el punto final de la tragedia,

donde el actor de Hamlet sucumbió
por un suicidio que le dio el viraje
a la trama inicial de la comedia.