martes, 10 de julio de 2012

Del libro "La calle de las complacencias"


ROMANAS

Siempre está la lujuria
donde quiera que tú estés,
adulterio y fornicación
constantemente deseas,
al instante quieres pecar
con cualquiera que veas,
para cumplir la lujuria,
al guiñar las oteas.
Libro de buen amor

No quiero que los jóvenes,
hambrientos de lujuria,
molesten a las esposas de otros hombres;
el sitio indicado para estos nuevos sátiros
debe ser el burdel.

No pensó el viejo Catón
(por esos absurdos de la vida)
que muchas de las señoras de esos hombres
tenían ya muy clara su opinión sobre los sátiros.

Del libro "El panteón incompleto"


NERÓN

Agripina no paraba en su deseo
de hacer danzar las saltatrices
al ritmo de la música imperial.

El viejo Claudio miraba aquella farsa
con sus ojos estáticos,
como clavado en el trono.

Británico había perdido la posibilidad
de ser coronado emperador,
no obstante los esfuerzos de su padre.

Fue así como tú, Lucio Dionicio Enobarbo,
cuyos vicios y excentricidades
fueron más producto de la época
que vocación personal,
te viste llevado a la suprema jerarquía
en medio de innumerables intrigas,
por los designios maternos.

Desoíste los consejos de tu preceptor
mostrando más amor hacia la plástica
que hacia las artes de la guerra,
más afinidad con la tragedia helénica
que con el teatro de los acontecimientos,
más sensibilidad por el canto de las sirenas
que por el tétrico alarido de los moribundos.

Gobernaste con relativa eficacia
sobre ese nido de víboras,
mejor que Calígula y Tiberio.

Lloraste desconsoladamente
cuando el incendio de Roma,
pero la calumnia prosperó
con el naciente cristianismo,
dejándote marcado ante la historia
como un ente feminoide,
endemoniado y pirómano.

Hoy que los ánimos caldean en otras latitudes
miramos tu decadencia con mayor serenidad,
y comprendemos porqué mientras caías
exclamaste desgoznado de amargura:
¡Qué gran artista pierde el mundo!

Del libro "El panteón incompleto"


MARIE CURIE

Yo recuerdo a María, la recuerdo
por todas esas cosas que al mundo,
olvidadizo en su momento,
le dio con eficacia rayada en lo genial.

Detrás de su calmada juventud,
como una flor feliz,
cultivó lo que tanto deseaba,
sin llegar a olvidarse de los bailes
ni de fiestas alegres en París.

La sombría Polonia de la época
no colmaba sus anhelos personales,
y en verdad que fue un hecho venturoso
su partida voluntaria hacia el exilio.

Precursora de mujeres liberadas
dio un porrazo mortal a los prejuicios
que reinaron y reinan sobre el mito
de la poca inteligencia femenina.

Demostró su valor en la Sorbona
conquistando numerosos premios,
hasta ser doblegada por la anemia
producto de la mucha radiación.

Del libro "El panteón incompleto"


EINSTEIN

Salto decisivo hacia el dominio del cosmos
hizo que se diera con su nueva teoría;
también se fabricaron por su culpa
los novísimos y torvos artefactos
barredores de Hiroshima y Nagasaki.

Pero él comprendió sobre la marcha
que en tanto no se aplaquen los espíritus,
por millares de Albertos que aparezcan
la oscura noria seguirá rodando.

Del libro "El panteón incompleto"


CARL SAGAN

Tú, plantado como un Sol en mitad del infinito,
con el cosmos a cuestas,
para llenar de luz nuestras mentes timoratas
que sólo dan traspié sobre traspié
por el camino de la vida que estudiaste
como una flor de pétalos vibrantes
en el polifacético jardín de las estrellas.

Tú, a quien muchos poetas cantarán
como yo, con pobres versos
talvez ajenos a la profunda dimensión
de tus sencillas palabras.

Tú, que inundaste de lágrimas mis ojos
mostrando con sobrio dramatismo
las inefables posibilidades
de este asombroso universo que habitamos.

Tú y los que siempre acompañaron con su genio
las precisas investigaciones
que llevaste adelante sin fatiga
sobre los azarosos comienzos de la vida,
para belleza y solaz de nuestro espíritu,
merecen sin ninguna salvedad,
no un humilde y anacrónico homenaje
sino la gratitud perenne de los dioses.

Confío, con la seguridad de los ingenuos,
que allá en las hondas cavidades cósmicas
donde quizás tu fuego se detuvo,
recibas generoso el eco de mi voz
y sigas irradiando para todos
los que aún depredamos esta tierra
tus mensajes de ciencia y poesía
que tanto hicieron por nosotros
cuando fuiste amigo, maestro y compañero
en el penoso proceso de aprendizaje
que siempre nos negaron
los siniestros heraldos del oscurantismo.

Del libro "El panteón incompleto"


EDISON

Su patria era un campo sin fronteras
y solía ocurrir lo inesperado,
salvo que un negro se volviera blanco
o que un blanco se tornara negro.

Sus geniales pilatunas, sin embargo,
carecieron del apoyo matemático,
pero supo aprovechar las circunstancias
al faltarle suficientes contendores.

Unos piensan que Tomás fue iluminado,
otros dicen que producto del azar.
Lo cierto es que atacó tales rumores
con algo muy sencillo y contundente:
permitir que los frutos se maduren
sin dañarlos cuando verdes en el árbol.

Del libro "El panteón incompleto"


BENJAMÍN FRANKLIN

Además de inventor y cambia puestos
este loco, despierto hasta la médula,
nos dejó sus aportes decisivos
en el campo de la electricidad.

Pensando que lo hecho era muy poco,
en la Asamblea Nacional de Pensilvania
mostró su concepción de la política
con el mismo fervor ya señalado
que puso en sustentar la teoría
de la unidad en el fluido eléctrico.

Ayudó a redactar la conocida
Declaración de Independencia Americana,
y resumió su moral en trece puntos
con una precisión sabia y prudente.

Y se puede agregar que en el comercio
debutó con pericia y sin fortuna.

Como todo mortal que se respete
ignoró los rencores y la envidia.

Falleció coronado por el éxito
habiendo sido embajador en Francia.

Del libro "El panteón incompleto"


MARCO POLO

Cuando llegó a la cárcel
cautivo por los genoveses,
fue como un bálsamo
sobre el tedio de los prisioneros.

Lo que contaba aquel hombre
venido de las tierras tártaras
donde míticos khanes en lujosísimos palacios
departían como dioses en un celeste harén,
sobrepasaba en mucho
la imaginación de sus congéneres.

Afortunadamente Rusticello consignó
en su Libro de las mravillas
las diversas aventuras del valiente veneciano,
homenaje también a Kubilai
protector de las artes y el comercio.

Del libro "El panteón incompleto"


HIPATIA

La estrujaron y rompieron sus vestidos,
la desollaron, arrancándole la carne
con afiladas conchas marinas;
sus restos fueron quemados
y sus obras destruidas.

Cuánta gloria la cubre todavía
sólo pueden decirlo los infolios,
mientras haya una chusma enfurecida,
densas nubes de incienso y un Cirilo.

Del libro "El panteón incompleto"


SÓCRATES

Un frío cosquilleo me corre por el cuerpo
ante la posibilidad de conocer los efectos
de la famosa bebida.
Quizás yo sí me hubiera fugado de la cárcel
(por cierto que los hombres van cambiando
con el pasar de los siglos).

Me duele tanta adversidad,
encarnada en un ente femenino
cuyo nombre casi todos conocemos.
Otra cosa fueron los comediógrafos,
que al menos lo pusieron por Las Nubes.

Me desconcierta –repito– tanta serenidad
ante el hecho inexorable.
De allí mi curiosidad por saber
las sensaciones que se tienen
al apurar el deletéreo bebedizo,
en tanto algún amigo sacrifica
el mejor de sus gallos a Esculapio.

Del libro "El panteón incompleto"


ERATÓSTENES

Hace siglos vivió un sabio,
que debido a sus amplios conocimientos
fue nombrado director de la biblioteca
donde halló un antiguo y polvoso manuscrito.

Motivado por tan raro pergamino
y apoyado en su genio y su bastón
emprendió, contra el deseo de los envidiosos,
la ruta que habría de llevarlo a descubrir
el tamaño y la forma de la Tierra.

Del libro "El panteón incompleto"


CONFUCIO

Fácil ha sido para el tiempo
conservar aquella filosofía
lanzada desde un país en caos,
donde la gula de los poderosos
devoraba el grueso de los habitantes,
porque su aguda dureza no pudo ser demolida
ni siquiera por los más enconados enemigos.

Hoy no importa su ascendencia aristocrática
ni sus candentes encuentros con Lao Tse,
menos quienes lo izaron hasta las altas esferas
unas veces, y otras le negaron el saludo
como si fuese un bandido.

Por encima de toda contingencia,
su pensamiento enjacilla los milenios;
escuela que tuvo como base,
principios de respeto y claridad.

Del libro "La calle de las complacencias"


ROMANAS

Siempre está la lujuria
donde quiera que tú estés,
adulterio y fornicación
constantemente deseas,
al instante quieres pecar
con cualquiera que veas,
para cumplir la lujuria,
al guiñar las oteas.
Libro de buen amor

No quiero que los jóvenes,
hambrientos de lujuria,
molesten a las esposas de otros hombres;
el sitio indicado para estos nuevos sátiros
debe ser el burdel.

No pensó el viejo Catón
(por esos absurdos de la vida)
que muchas de las señoras de esos hombres
tenían ya muy clara su opinión sobre los sátiros.

Del libro "La calle de las com placencias"


HERÓDOTO Y ESTRABÓN

Eso es alcanzar lo más alto,
lo que talvez nos dará el cielo.
Jorge Luis Borges

No lo digo yo sino Estrabón:
De Alejandría a Canopo
no cesa el tráfico de barcos
que noche y día van y vienen.

Sin asomo de vergüenza
las putas bailan en cubierta
con aquel libertinaje que propicia
los más deliciosos desenfrenos.

No lo digo yo sino Heródoto:
En la mansión de Afrodita
se puede encontrar de todo,
desde grandes riquezas y placeres
hasta un ejército enorme
bajo el cielo luminoso.

Jóvenes estupendos,
una academia de ciencias,
exquisitos vinos,
las más bellas y núbiles rameras.