VENUS
Diosa
contradictoria y enigmática,
simbolizas
el amor y la belleza,
para
tormento de dioses y de hombres,
engalanando
el espacio con tu luz
casi
tanto como el Sol y nuestra Luna.
Te
adoramos con devoción sincera
cuando
comienza la noche
o
se acerca el amanecer.
Cubierta
con espesos velos,
nos
niegas los encantos de tu rostro
de
manera desdeñosa y cruel.
Giras
en dirección contraria
a
tu movimiento de traslación,
y
tu biosfera es la más tóxica
de
los planetas internos,
quizás
para evitar la violación
de
tus campos virginales,
guardados
pulcra y misteriosamente.
Ejerces
más presión de la que existe en la Tierra,
y
en tu vientre surge el fuego
de
la pasión amorosa,
aunque
no es el efecto invernadero
lo
atenaza tu cuerpo.
Con
tus cuatrocientos grados centígrados
(más
que suficientes para tostar tus amantes)
dudamos
que carezcas de fuerte campo magnético
mientras
te sigas portando como aspiradora cósmica.
Tus
grutas abrasadoras y cálidas protuberancias,
sugieren
similitudes con nuestro fértil planeta,
salvando
las diferencias de volumen y color.
Los
Estados Unidos y la antigua Unión Soviética
llegaron
a tu corteza por curiosidad científica,
pero
viendo lo insufrible y mitómana que eres,
tomaron
precauciones contra tus mañas celestes.