FIDEL
Dictador
para muchos,
testarudo
en su grandeza,
mezcla
democrática y demente,
soberano
en su isla tropical
bloqueada
por los amos del Norte.
Aferrado
a su empeño solitario,
como
solitaria es la estrella
de
su emblema nacional.
Defendido
y atacado
por
turbas igualmente ciegas,
ancladas
en el pasado del mundo,
que
no avanzan como debiera ser
hacia
el nuevo horizonte de la vida.
Combatiente
invencible
en
quien me asombran
sus
grandes valores y carencias.
Luchador
contra el tiempo,
que
siempre termina vencedor.
Símbolo
de autonomía
y
contradictorio ejemplo
para
las nuevas generaciones
en
distintos lugares de la Tierra.
¡Leviatán
indomable del Caribe!