jueves, 31 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

31

Ya lo dije una vez y lo repito:
Estoy cansado de mostrar tristezas,
no sé si enmudecer o dar un grito
que me parta de pies y de cabeza.

Está mi corazón solo y contrito
de ver alrededor tanta vileza;
es amargo vivir entre el delito
donde reinan el dolo y la torpeza.

Crujiré no sé cuánto ni sé cómo
con esta realidad que me atenaza
cada momento de distinto modo.

Si creyera en un Dios le pediría
un gramo de paciencia y esperanza
mientras busco a mi vida un acomodo.

miércoles, 30 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

30

Ya estoy cansado de mostrar miserias,
por la tristeza que mi pecho siente,
y prefiero olvidar lo recurrente,
denunciado con rabia y con histeria.

No me importa el cretino prepotente
que lleva la maldad en sus arterias,
no transforma el insulto la materia
del que burla el derecho impunemente.

Continuaré con mi canción ardiente
por prados más tranquilos y amorosos,
decidido a llevar mi pensamiento

hasta el remoto porvenir naciente
de un tiempo menos vil y doloroso
como el sufrido en el actual momento.

martes, 29 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

29

Es mi voz un baladro de impotencia
cuando quiero decir lo que yo siento
por este vendaval de la violencia,
la sandez, la ignorancia y el lamento.

Ya Vallejo nos dio la referencia
de un amor rencoroso y corpulento,
donde sufre la carne y la conciencia
como barco que lucha contra el viento.

Un amor rencoroso y corpulento
es la causa de tanta intransigencia
contra la dura realidad que siento.

Si no tengo el poder ni la opulencia
que me permitan transformar el cuento,
quiero al menos mostrar mi resistencia,

y con un estrambote dar licencia
a la insensata falsedad del tiempo.

lunes, 28 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

28

Arriba el Sol y las estrellas todas
que brillan en el amplio firmamento
alumbrando mi humilde pensamiento

cuando escribiendo mis sencillas odas
me refiero a unos pocos, casi todas
denunciando el poder y sus jumentos.

Este soneto que al revés empieza
quiere mostrar el orden de las cosas
que carecen de pies y de cabeza
aunque se pinten con matiz de rosas.

Ya no sé si escribir con ligereza
o evadir la palabra que me acosa
cuando miro, ¡ay de mí!, tanta vileza
sobre una Tierra que se dice hermosa.

domingo, 27 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

27

Tanta envidia ridícula y tortuosa
trasmitida por pérfidos paisanos,
es un virus que habita los pantanos
de esta tierra gentil y salerosa.

Los de arriba traicionan hacia abajo,
los de abajo traicionan hacia arriba,
y todos en orgiástica diatriba
se portan como fieras a destajo.

Hablando sobre paz hacen la guerra
con su estúpida rabia milenaria
que cubre de dolor toda la Tierra.

Salta la envidia y muerde como perra
una carne que es nueva y legendaria,
cuyos vicios y males no le aterran.

sábado, 26 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

26

Conductores salvajes, peatones
que provocan atascos permanentes,
culpables son de los cien mil trancones
que padece el planeta diariamente.

No se cumplen las citas a la gente
y es escarnio de obreros y patrones
respetarles el turno a los presentes,
porque asumen que son bobalicones.

Reclamarle justicia al poderoso
que la ley desconoce impunemente,
es dar lora cual mísero piojoso,

y esperar como simple ciudadano
gozar de libertades cabalmente,
es utópico en suelo americano.

viernes, 25 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

25

No profeso el menor nacionalismo
de tintes chauvinistas o afrentosos,
mucho menos algún regionalismo
que me lleve a debates engorrosos.

Es el mundo la patria, y da lo mismo
ser blancuzco, amarillo, requemado;
no me agrada tampoco el costumbrismo
que pretende vivir de su pasado.

Ser del Norte o del Sur, ¿qué nos importa?
La Tierra es una y el dolor también.
Se termina la vida y queda corta

la muerte con su rápido vaivén.
Vivamos el instante que comporta
sus contrastes con áspero desdén.

miércoles, 23 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

24

Viajamos hacia un nuevo oscurantismo
si es que de él escapamos una vez;
el caso es que rodamos al abismo
saltando del derecho y del revés.

Mezclando vasallaje y altivez
se conforma un odioso populismo
con hampones salidos de la hez
que aparentan perfecto mesianismo.

De nada servirá que brille el Sol
si las sombras imperan soberanas
en cerebros con mecha de farol

y ambiciones de simple barragana
que piensa más acá de su perol
y se vende por una palangana.

martes, 22 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

23

De belleza en belleza los reinados
son una forma de dopar la gente;
si de belleza estamos saturados
no es necesario coronar su frente.

Si hubiese un populacho inteligente
como dicen doctores atildados,
no fuera tan intonso y obsecuente
ni por divas se viera enajenado.

Qué le vamos a hacer, ningún soneto
cambiará la estulticia bochornosa
que rige la conciencia ciudadana.

Sigan pues los reinados, no me meto
en tal cháchara insulsa y tendenciosa.
Donde todos perdemos nadie gana.

lunes, 21 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

22

Noticieros, revistas y periódicos,
programadoras y demás empresas
despistan la opinión con sus retóricos
sermones de mentiras en la mesa.

Destacan titulares con firmeza
sobre falacias de perfiles cómicos
y muestran la verdad como simpleza
bajo mensajes de sentido irónico.

De los centros docentes salen muchos
doctores de bolsillo con diploma,
desplazando a los buenos y más duchos

con esa estupidez que les asoma
por sus testas vestidas de aguilucho,
cuando son de reptil y de paloma.

domingo, 20 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

21

Los poetas cobardes y cantores
que dan la espalda a la nación herida,
tendrán su recompensa merecida
en parques y recintos delatores.

Morirán cual enfermos ruiseñores
al sufrir sin saberlo la estampida
que produce el Poder y sus olores,
como agua de florero corrompida.

Es lamentable contemplar el domo
donde graznan poetas de salón
y esas migajas recibidas como

la vil lisonja del falaz patrón.
Son egregios peones de alto lomo
que se arrodillan a pedir perdón.

viernes, 18 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

20

Aparecen en tiempo de elecciones
como langostas arrasando todo
con su cara grasienta de lechones,
su risa tonta y su mirar beodo.

En los muros encuentran acomodo
con su labia de vanas ilusiones,
igualmente en las vallas y recodos
de calles, callecitas, callejones.

Pura bazofia por doquier regada
para incautos adeptos o señores,
que reciben su mísera tajada

por llevarla sin más a los mejores
sillones que se dan en la bancada,
cual lagartos de todos los colores.

miércoles, 16 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

19

La casta virreinal que nos gobierna
comete diariamente desatinos;
sólo sabe mirar por la poterna
del Norte que le marca su camino.

Es una arpía en su labor interna,
muy fullera y cerril con el vecino,
pero claudica en su función externa
cuando viaja al Imperio del cretino.

Sin embargo la casta ya no es pura
pues se mezcla con otros ingredientes:
chanchulleros, tartufos y asesinos

que llevan su poder en la montura
del corcel donde van los emergentes
galopando por todos los caminos.

martes, 15 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

18

Es nuestra culpa cuando no queremos
reclamar lo que ya nos pertenece.
Si damos sin luchar lo que tenemos
no lloremos después como acontece.

Batallemos sin tregua y sin dobleces
con las armas que todos poseemos:
la idea, la palabra, los reveces
que nos hacen grabar lo que aprendemos.

Esas causas perdidas son las únicas
que ameritan combates sin medida
con la bravura de la Guerras Púnicas,

donde Roma y Cartago, decididas,
se destrozaron con furor las túnicas
en aras de una gloria inmerecida.

sábado, 12 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

17

Lucen soles los pechos militares
que nos brindan mayor oscuridad
y sotanas en cuerpos clericales
que nos hablan de cierta eternidad.

Uniformes y tiaras son los males
sufridos por la pobre humanidad
desde tiempos inciertos, seculares,
que parecen más bien perpetuidad.

Mas la culpa es de todos no de aquellos
que aprovechan la común desgracia
mientras habitan sus palacios bellos.

Nosotros permitimos atropellos
por algo que parece democracia,
asegurando que la culpa es de ellos.

martes, 8 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

16

El oro de la Tierra está en su suelo
cubierto por la fauna y por la flora,
que grita con dolor su desconsuelo
al golpe de la mano destructora.

Los ríos corren persiguiendo el cielo
hasta mares de costas seductoras,
sin alcanzar a remontar el vuelo
que los libre de muerte espantadora.

Responde entonces la fatal pobreza
con voz amenazante que nos dice
el sinuoso escenario donde empiezan

el hambre y la protesta que maldicen
los abusos sin fin de la riqueza
cuando a la humana condición desdice.

lunes, 7 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

15

Se deslizan las aguas malolientes
entre apriscos y valles reposados,
mientras manos de seres indolentes
les lanzan desperdicios por los lados.

El fondo llevan sucio y la corriente
es un hilo mugriento, desechado
por las urbes rabiosas e imprudentes
que soslayan el daño provocado.

Tanta falta de amor por esta Tierra
pudre su cuerpo sucio y maltratado;
lo maltrata el cacique de las sierra

y el bajero que vive entre el ganado,
el mal gobierno que constante yerra…
¡Y que el Diablo se lleve lo sobrado!

domingo, 6 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

14

Población resignada y decadente
que no protesta y toma Coca-Cola:
¿No siente ya los cuernos en la frente
de la estulticia que camina sola?

Mantener en la paz un referente
sin gran cabeza y sibilante cola,
es arar en el mar o en la pendiente
del gran desierto que ni Azar controla.

Poblacho resignado y perezoso
para el combate de una causa justa:
¿Será que un día arrojará orgulloso

la bota del tirano que le ajusta
los talones, insano y rencoroso,
como lo exige dignidad augusta?

sábado, 5 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

13

Una cueva de buitres y ladrones
son varias dependencias del Estado,
que accionan entusiastas los botones
en busca del dinero recaudado.

Son felices hallando posiciones
que permitan abrir esos candados
guardianes de los verdes billetones
por sencillos usuarios entregados.

No existe Alí Babá que los descubra
ni con “ábrete sésamo” controle
la rapiña feroz y aristocrática,

que subsiste perdida entre la bruma
como una condición del descontrole,
herencia de una casta burocrática.

jueves, 3 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

12

Arribistas de todos los pelambres:
¿Cómo van sus intrigas palaciegas?
Los he visto canijos y con hambre
junto a las puertas de antesalas ciegas.

Ignoro qué se pide y qué se entrega
en esos sitios de color de alambre;
ajeno vivo a semejante brega,
mis medias tejo con mejor estambre.

Escribo y leo y escribiendo digo
todas las cosas que me causan pena.
No doy tregua, tampoco la maldigo.

En mi ferviente soledad serena
con mi verso feroz lanzo el castigo
que merece el traidor como condena.

miércoles, 2 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

11

Detestable delito es el secuestro
y la puesta de minas quiebra patas,
que estallan en sonoras cataratas
segando lo mejor del suelo nuestro.

Nunca sabré si blasfemar de retro
por el hondo dolor que me arrebata,
o ese mismo dolor forrarlo en plata
con lágrimas de amor y Padrenuestros.

Detestable labor es todo aquello
y también la tozuda indiferencia
con que se mira el infernal delito

que cobra impuesto y legaliza el sello
del crimen y su pérfida conciencia,
cuando falta honradez y sobra el mito.