POEMAS AL FUTHARK (22)
Según el canto del Antiguo Inglés,
fuiste primera entre diversas Runas
que pudieron avistar los hombres,
hasta la noche que volviste al Este
perseguida por ásperos guerreros,
sobre la crisma de revueltas olas.
Creación de la diosa de la Tierra,
deidad protectora de la fertilidad
como se afirma en el poema rúnico;
te viste degradada con violencia
en tu sabio paganismo bienhechor
por consigna del oscuro cristianismo
que no supo valorar tu condición
como reina universal de las cosechas.
En los actos de magia te invocamos
suplicando protección para el hogar
y armonía en relaciones afectivas,
por ser musa de procesos creativos,
y en los rituales de la fecundidad.
Tu nombre Ing,
que significa gente,
muestra el alcance de la comunidad
en la cual has ejercido desde antiguo
el prodigioso poder que nos fascina
y el apoyo fraterno en cada grupo,
con sobrada lealtad y abnegación.
Proporcionas efectos duraderos
en acciones de la vida cotidiana;
enseñas a los hombres la riqueza
si ofuscados no sufren de miopía,
a cambio de una ofrenda cariñosa
con los dedos unidos al ombligo
y los codos doblados con soltura
mientras forman un rombo natural.
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EL FUTHARK
La palabra Runa
significó en un principio “rugido”,
pero con el tiempo la evolución semántica le dio la noción de “secreto susurrado al oído”. En todo
caso, las Runas son un alfabeto
mágico utilizado por las tribus germánicas de la Europa precristiana, del que
se conocen distintas variantes, cada una con diferente número de caracteres. Odín, dios supremo del panteón
escandinavo, ganó las Runas al
permanecer colgado del árbol Yggdrasil
(el gran fresno sagrado), durante nueve días con sus noches, herido de un
lanzazo. En cuanto al origen histórico de las Runas, es todavía más confuso que su origen mítico.
Con el transcurso de los años aparecieron distintas
versiones del abecedario rúnico, añadiendo algunos caracteres, mientras otros
caían en desuso. Así, hoy tenemos tres variantes principales, de las que se
derivan versiones secundarias. A la más antigua de sus formas se le llama Futhark común o germánico, que consta de
veinticuatro signos, más otro, añadido posteriormente, denominado “Runa blanca”.
El nombre de este Futhark resulta de las seis primeras letras, de los seis primeros
nombres (Feoh, Ur, Thorn, As u Os, Rad y Ken) que se traducen por f,
u, th, a, r, y k. Fue el más
usado en el norte de Europa continental, entre los siglos V y VIII d. de C.
La segunda variante es la anglosajona, utilizada en
Gran Bretaña, entre los siglos V y XII d. de C. Constaba de veintiocho letras,
aunque llegó a tener hasta treinta y tres.
La tercera es la del Futhark nórdico o escandinavo, utilizada en Islandia y en la
península que conforman los países de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca.
Tuvo su auge entre los siglos V y XII d. de C. Y es la que ofrece mayor número
de formas escritas.
Los demás Futhark
tienden a ser variantes criptográficas de alguno de los tres abecedarios
rúnicos principales.