lunes, 27 de enero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



RUEGO A ODÍN

A ti,
el más grande del panteón escandinavo,
omnipresente espíritu del cosmos,
personificación del aire,
soplo de clarividencia y poesía,
rey de los muertos y los no nacidos,
amo del conocimiento universal,
padre y abuelo de los otros dioses,
líder protector de príncipes y héroes.

A ti,
dueño del trono en la mansión de Asgard,
desde donde vigilas con tu ojo único
lo que sucede en el mundo de los elfos,
los gigantes, los enanos y los hombres.

A ti,
dios de las batallas, Señor de los mortales,
te ruego me concedas tu capa azul, tu lanza
y el anillo cuya belleza no tiene comparación,
para proteger mi viaje por la Tierra
y andar tranquilo en el mundo de los vivos.

Préstame también tu sombrero de anchas alas
y tu casco de águila divina
para que adornen mi calva y me defiendan
de aquellos maleficios que nunca han de faltar
en mi errático trayecto de rapsoda
por los sitios más brutales del planeta.

Te ruego asimismo me prestes por un día
los cuervos que luces en tus hombros,
para echarlos a volar una mañana,
y que vuelvan rendidos al caer la tarde
con lo visto y oído sobre la faz de la Tierra.

Y esos lobos que yacen a tus pies como podencos,
los que alimentas con tus propias manos,
también los necesito para encontrar las Nornas
que en forma tan proclive tejieron mi destino.