sábado, 22 de diciembre de 2012

Del libro "El panteón incompleto"



TOLSTOI

Fruto de conde y princesa,
vivió continuamente
entre La Guerra y la Paz
por la dulce inclinación hacia su tía,
su sierva concubina, y en términos finales
su malgeniada esposa,
quien tuvo el valor de transcribir
siete largas veces aquel libro colosal,
como testimonio de respeto
por su gran capacidad de creación.

¡Pero ni eso la salvo de la autocracia!

Fue una celebridad viviente:
De los rincones más apartados de Rusia,
sin contar los demás del continente,
llegaban centenares buscando su palabra
y atraídos por su porte legendario.

La acidez matrimonial no fue un obstáculo
para engendrar tan numerosos hijos,
y por último,
vistiendo lo mismo que sus siervos,
morir de pulmonía en la región de Astápovo
cuando era más patente su vocación de asceta.

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