PREÁMBULO
PARA HAMLET
A Mario Jurado.
Esa
vez los actores no llegaron,
y
Mario resolvió con mucho tino
el
problema que pronto se le vino,
donde
bromas y dudas no faltaron.
Los
actos de la escena no quedaron
frustrados
por capricho del destino,
pues
Mario contrapuso al desatino
su
talento que todos alabaron.
Fue
entonces cuando el público aplaudió
el
histrionismo de su personaje,
hasta
el punto final de la tragedia,
donde
el actor de Hamlet sucumbió
por
un suicidio que le dio el viraje
a
la trama inicial de la comedia.
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