viernes, 6 de julio de 2012

Del libro "La calle de las complacencias"


LAIS
¡Gloria al Señor!
¡Da a unos y priva a otros! ¡Unos
pescan y otros se comen el pescado!
¡Gloria al Señor!
Las Mil Noches y Una Noche

Rechazar a Mirón,
a pesar del nutrido maquillaje
que un barbero, el sastre y el joyero
pusieron en su cuerpo enflaquecido.

Pedir diez mil dracmas a Demóstenes
por una sola noche,
pero a Diógenes
ofrecerse complaciente por un óbolo,
arrodillando así a la filosofía,
en actitud de rezo,
al pie del Monte de Venus.

Un espléndido sepulcro,
digno de las glorias de Bizancio,
erigieron los griegos en su honor
para eterna memoria de la santa.

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