LA ESPOSA DE LOS
DIOSES
Era tan dulce,
provocativa y bella
que los enanos y
gigantes nórdicos
deseaban tenerla
como esposa;
pero ella,
ignorando sus requiebros,
los rechazaba
sin consideraciones,
incluso al que Loki y Thor le dieron
por algo no
amoroso y sí político.
Mas, cuando de
dioses se hablaba,
era menos
inflexible que otras veces.
Como símbolo de
la Tierra
casó con Odín, Señor del Cielo,
con Odur, dios del Sol veraniego,
con Frey, soberano de la Lluvia,
y con otras
deidades principales
que amantes le
brindaron compañía
en las doradas
alcobas de Valhalla.
Deseada por
todos los vivientes,
donde el oro, la
dicha y la pasión
ostentaran
elementos naturales,
continuó
disfrutando sus amores
hasta ver que el
fanatismo religioso,
procedente del
primario Sur,
expulsaba con
fatídicas espadas
lo mejor del
panteón pagano
en Suecia,
Noruega, y Dinamarca.
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