martes, 14 de enero de 2014

Del libro "Poemas de un esquizofrénico"



CUADRAGESIMOSÉPTIMO YO

Aliento el espíritu del cosmos
como mago de los esquimales,
poseído por la esencia misteriosa
que guardo en mi doliente corazón.

Defiendo los derechos de la tribu
para que viva y pesque sin pesares,
mientras intento mejorar el clima.

Emprendo mi periplo hacia el océano,
donde visito la diosa de las aguas.
De regreso al iglú (sellado por el viaje)
comunico el mensaje de los dioses.

Si hay que trasladar los campamentos
a territorio donde la caza es segura,
dejo rodar la vida como en antiguos tiempos,
para que las tribus no padezcan las penurias
que tanto les preocupa, sin faltarles la razón.

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