viernes, 22 de noviembre de 2013

Del libro "Poemas de mediopelo"



FÉNIX

He sido aventurero, no bandido,
de leyenda simple y vida complicada.
Salvo algunos versos
nada qué pedir ni qué ofrecer
cuando la muerte, contra mi puerta
llegue a tocar con sus nudosos dedos.

Viví optimista mientras sonrió el amor,
meloso y traicionero ante mis ojos.
Triste y derrotado miro a atrás
con hastío y amargura inmensa.

Esta soledad (a la que un día canté),
con su pócima de efectos retardados
me está matando inexorablemente.
Ahora digo: ¿Para qué la vida
si no hay razón para seguir viviendo?

¡Milagro! ¡Milagro! ¡He resucitado!
Esta mañana me abrasaron,
deslumbrantes como soles,
los verdes ojos de una desconocida.

No hay comentarios.: