domingo, 10 de noviembre de 2013

Del libro "Poemas de mediopelo"



A LORENZA

Llevo un haz de relámpagos dormidos;
nadie se atreva a despertarlo.
¡Usted que quizás es mi enemigo!

Pero tú, encanto de mi espíritu,
caliéntate en su fuego,
calcínate en sus rayos,
refúndete en sus truenos.

No me temas Lorenza.
Alumbra la extensión del mar
con el haz de relámpagos dormidos,
que amoroso conservo para ti
como una tempestad, dentro del pecho.

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