miércoles, 16 de octubre de 2013

Del libro "Poemas de mediopelo"



PORTERO EN LA TARDE

Soy un viejo portero fatigado,
pero mi portería
no es una entrada cualquiera
sino la de un video especializado,
amable y generoso,
apasionado y seguro.

Abro y saludo, doy información,
cobro el cóver (barato como pocos)
y entrego las llaves a los parroquianos
para que guarden su ropa en el clóset,
adecuado especialmente para ellos.

Algunos preguntan, o se callan
ante la inminencia de su desnudez;
otros hacen confidencias y bromean,
sin que falten los arrepentidos
que deciden regresar más tarde
para pulsar el timbre
cuando todo se halla en la penumbra.

Mientras tanto, escribo
aprovechando la ocasión que ofrece
este trabajo tan espiritual,
preciso para un curtido navegante
que cambió su camarote marinero
por la imagen y el jadeo ardientes
de un pulcro y delicioso lupanar.

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