miércoles, 21 de agosto de 2013

Del libro "El cofre del pirata"



BUENA ESPERANZA

Desde aquel hechizante promontorio
que forma el pico Vasco de Gama,
veo el vaivén de persistentes olas
que juntan el Atlántico y el Índico
bajo el eterno azul.

Mares, desiertos y montañas,
playas, gargantas y llanuras
constituyen lo que Drake llamó
el más grande y majestuoso cabo
que se pueda mirar sobre la Tierra.

Las nubes se acumulan en sus flancos
como Niágaras celestes,
sin que cubran la ciudad
o el más potente faro del país;
su flora, desde hace varios siglos
atrae a los botánicos del mundo.

Cuando Bartolomé Días llegó a él
creyó descubrir la ruta de las Indias,
empresa que sólo se cumplió
dos o tres lustros después.
Sin embargo, todos ellos coincidieron
en que aquel superávit de belleza
compensaba el afán de su aventura.

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